10/14/2009

Educació


Dos articles recents ressalten la importància de l'educació per a la moderna societat de la informació, i els dos d'inspiració clarament economicista. Un de Paul Krugman, economista americà i premi Nòbel el 2008, que situa l'excel·lent educació pública americana com el factor més important del seu fort desenvoupament econòmic, i anuncia la seua decadència justament pel desgast que aquesta educació ha sofert per la falta d'inversió. L'altre article és de Joaquín Estefania, i aquest ressalta la mateixa idea, la importància econòmica de l'educació i avisa del perill d'aplicar els retalls econòmics a l'àmbit educatiu.
No puc amagar la meua alegria per aquestes opinions de personatges tan reconeguts, i més encara perquè coincideixen amb la meua i perquè també crec que seria un desastre per a la societat en general retallar les inversions en educació. Ara bé, potser les meues raons van més enllà de les consequêncies purament econòmiques, perquè abandonar les necessàries inversions en educació no sols aprofundeix la crisi econòmica en el futur, sinó que també crea una societat insolidària, injusta i desarticulada. I aquestes conseqüències són més dramàtiques que totes les repercusions econòmiques.
Per això seria un greu error que un estat europeu que es troba a la cua en inversió educativa aplicara encara més retalls en aquest àmbit o en el d'investigació. El que està en joc no és tan sols el lloc de treball d'un grapat de professorat o d'investigadors, és el futur de la nostra societat, i alguns la volem democràtica, justa i solidària.

6 comentaris:

Josevi ha dit...

Pienso, que los tres pilares básicos y fundamentales de la sociedad actual y por orden de importancia son: la Educación, la Política y la economía. Lo ideal sería, la independencia, desde el punto de vista de “doctrina” de los tres.

A mi entender, y mientras tanto, lo correcto sería que la educación modulara la política y esta la economía. Sin embargo, en nuestra sociedad ocurre lo opuesto. La economía, no solo modula, sino que la mayoría de las veces controla la política, y esta a su vez, controla la educación, para poder ponerla al servicio de sus intereses.

La Educación tendría que tener su “presupuesto”, y este, como dedicado al “pilar básico” de la sociedad, tendría que ser lo suficientemente generoso para asegurar la educación razonable de todos. El presupuesto, es lo único que los políticos deberían de decidir. Dándole la máxima prioridad. Los propios educadores, son los que tendrían que definir, que enseñanza impartir y como impartirla, porque son ellos los que tienen el conocimiento y están “viviendo” el día a día. Por supuesto, los pertenecientes al “gremio” de la educación, les debería motivar la propia educación y no “algo” como “medio de vida” (interferencia economía-> educación). A los políticos, les preocupa más los “indicadores” de la educación, que la propia educación. Les preocupa más, que se impartan las “materias”, que a ellos les interesa (por afinidad, economía, etc…) que la propia Educación. Y ahí estamos, asistiendo a una descomposición paulatina de la sociedad, que lógicamente comienza en la educación. Motivada por el circulo vicioso de: poco interés por la educación, por parte de los padres (debido a la manipulación de la educación recibida por ellos. Título = “medio de trabajo”. Educación= carrera de obstáculos para conseguir título), esto implica poca motivación (o motivación erronea) en los jóvenes y desmotivación total de la mayoría de los educadores.
y... paro ya.

Enric Senabre ha dit...

Uf, Josevi, quin comentari, gràcies! Tens part de raó en el que dius, en el cercle viciós de desinterés social que s'ha generat respecte de l'educació, això és cert. Però no estic d'acord amb tú respecte a la relació dels tres pilars bàsics. Jo crec que la política, en el bon sentit de govern dels assumptes públics, ha de dirigir els altres dos. L'educació no pot ser un assumpte de tècnics, encara que aquestos siguen els mestres, sinó que ha d'estar dirigida per l'interés social. Ara bé, la política hauria de fugir dels interesos partidistes, i negociar un acord educatiu d'estat, que vetlara pels interesos de la societat. A partir d'ahí, l'economia estaria al servei de l'educació, i l'educació fixaria els mètodes per alcançar una ciutadania crítica.
Un poc complicat i utòpic en el nostre context, és cert.

Josevi ha dit...

Quizás no me he explicado bien, o simplemente no estamos de acuerdo. Permíteme que intente expresar de nuevo lo que pienso:

Por supuesto que la política como gobierno de los asuntos públicos, ha de distribuir los “recursos disponibles” y con el mejor criterio para el bien común. Pero la –Educación-, es decir, los métodos para “enseñar” la información cultural disponible y cómo enseñar a “pensar y decidir” desde la razón, etc.…, es algo, que no debe ser “dirigido” por la política. Porque esos “intereses sociales”, son muy fácilmente transformables en “intereses partidistas”.

Si realmente pudiera darse que, el único objetivo de los “Educadores” fuera ENSEÑAR a ser responsables, a saber elegir en libertad (es decir crear ciudadanos libres), y dar la información disponible (historia, arte, matemáticas, físicas y los últimos avances en todas las materias) sin dogmas, para que ellos decidan, otra sociedad tendríamos.
El político (se le supondría con las características recibidas en su educación) tendría bastante trabajo con distribuir con justicia los recursos disponibles (en: educación, seguridad social, fomento, etc.…). La economía (también con las características recibidas en su educación) tendría suficiente trabajo con “conseguir” aumentar o al menos, mantener los recursos disponibles para sociedad estando en equilibrio con la naturaleza. Es decir, estos pilares debería de trabajar como “células” en cooperación.

Enric Senabre ha dit...

Estamos de acuerdo en las intencions, Josevi, i en las finalidades, mejorar la convivencia social y educar mejor a los ciudadanos, y, como bien dices, los maestros deciden los métodos. Pero los objetivos, los grandes objetivos educativos, los tiene que marcar la sociedad civil a través de sus representantes democráticos. Una política bien entendida, con visión de estado y consensuada entre las fuerzas políticas, daría a la educación la importancia qeu merece.
Creo que esta discusión que mantenemos es similar a la que mantuvieron Platón y los sofistas, el primero diría que los filósofos (maestros intelectuales) deciden los referentes porque los conocen mejor que nadie. Los sofistas preferían que fuera la sociedad civil democrática la que los marcas, aún a costa de los peligros que ello conlleva (partidismo, engaño, manipulación). Yo me alineo más con la tesis sofista, y tu?

Josevi ha dit...

Pues creo que me alineo con Platón. ¿El gran objetivo educativo? Para mí, claramente, es la propia Educación (transmisión de TODOS los conocimientos disponibles y empezando por enseñar a “pensar y razonar”. Cada cual ya vera lo que hace con la información recibida).

¿Educación dirigida por los “representantes democráticos”?.A los hechos me remito, los planes de estudios, las asignaturas que se enseñan, etc.…, se mueven más que “un garbanzo en la boca de un abuelo”. Cambian en función de la tendencia política (y por lo tanto de los “objetivos” de los representante democráticos (y para muestra hay tenemos el tema de: “la educación para la ciudadanía”) y ¿Qué tenemos? Motivación cero, interés mínimo y en España concretamente, lideres en abandono escolar.

Yo votaría por un “estamento educativo” como el –judicial-, independiente del –legislativo- e internamente estructurado democráticamente (siempre habrán tintes políticos, como los hay en el -judicial-. Somos "asín")

emilio ha dit...

Pues ya ves cómo está el patio, Enric: No es sólo que estemos a la cola de Europa en inversión educativa y haya riesgo de recortes.
Ahora está en riesgo la inversión en investigación: ¡pan para hoy...!